Descripción
¿Es posesión u opresión? ¿Es demoniaco u orgánico? ¿Se trata de epilepsia o de un demonio? ¿Lo atiendo yo o lo canalizo a una Instancia médica?
Preguntas de este tipo enfrentan con frecuencia algunos consejeros cristianos. A partir de sus respuestas benefician o perjudican profundamente a los aconsejados que presentan una conflictiva de naturaleza confusa.
Así hallamos a algunos consejeros que subestiman la óptica de La Palabra de Dios de quienes ella misma dice: “El consejo de los malos lejos está de mi” (Job 22:13) [Biblia de las Américas); consejo que incomoda y que promueve que algunos cristianos sobreespiritualicen el asunto, subestimando la posible participación orgánica y menospreciando la verdadera ciencia que Dios ha permitido para ayuda del hombre (Prov. 22:12).
En el rubro de la cuestión demoniaca, en donde, por su naturaleza subjetiva, existe mucha confusión, La Biblia puede mediar y decir: “Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá”.
Siempre, siempre será el consejo, libre de prejuicios, dogmas y temores el mejor consejo, y éste sólo se halla en Dios.
En este libro se pretende una ubicación, en el renglón de la demonización, en la cual la inclinación hacia la Palabra de Dios, sea sin exclusión de las herramientas médicas, porque, si algunos representantes de la ciencia médica menosprecian la perspectiva bíblica, los cristianos no creemos que ambas cosmovisiones sean mutuamente excluyentes.
